martes, 27 de octubre de 2009

Quién soy yo para criticar

Antes de nada consta una pequeña "presentación" de hecho esa pregunta es muy buena. ¿y quién diablos se supone que soy yo para criticar nada o a nadie? No tengo un doctorado en derecho o en ciencias políticas, ni soy un filósofo con cátedras, ni siquiera asisto asiduamente a congresos ni presentaciones. Pero soy una persona que tiene voz propia, algo de lo que a día de hoy poca gente puede decir. no me afilié a grupos sociales ni me enmarqué en contextos idealizados por tribus urbanas tan siquiera. Por ello tengo amigos, conocidos, compañeros, colegas... de toda índole, por eso puedo criticar, porque en vez de cerrarme en un pensamiento me mantuve abierto a ideas, a corrientes de todo tipo y nunca me crei a la primera nada que se me dijera sin al menos antes pensarlo o probarlo.
No soy de derechas ni de izquierdas, no soy rockero ni popero, no soy friki ni pandillero, pero irónicamente aquello por lo que yo lucho para mi es aquello que todo el mundo podría tener, una identidad propia, personalidad y capacidad de decisión. Esas propiedades, aún siendo algo que desde el nacimiento todo el mundo posee, también es algo que a la mayoría de la gente se le atrofia con el paso de los años, porque vivimos en una sociedad acostumbrada a seguir como orugas procesionarias a otro que nos otorgue aquello que nosotros no hacemos por perros. Una forma de pensar propia, de ahí que haya tan poca gente que sepa realmente lo que quiere, porque todos quieren lo que otro quiere, no piensan por si mismos y es por eso que ellos no tienen la misma capacidad que gente como yo para criticar, porque si critican se critican a si mismos y la verdad les da miedo porque si abandonan sus ya remarcados caminitos se encuentran solos por tierras vírgenes por la que ya muy pocos vagan libremente.

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